STOCKHOLM

Sección Medi-Cine Fundación Micellium

Título Original: Stockholm.
País y año: España, 2013.
Director: Rodrigo Soroyern.
Reparto: Aura Garrido, Javier Pereira.
Guión: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen.
Fotografía: Alejandro de Pablo.

Una película es una obra de arte cinematográfica, que narra de una manera audiovisual, una historia o un hecho. Este concepto no va vinculado al dinero invertido en la producción, y por tanto no es requisito para evaluar la calidad de una película. Rodrigo Soroye escribe y dirige, con tan solo 215.000 euros de presupuesto, una trepidante película que coloca al espectador frente una historia dura y dramática. «Todo ocurre durante una noche. Una noche cualquiera para él. Una noche decisiva para ella. Pero aunque ellos no lo saben, Después de esa noche, seguirán unidos para siempre”

La película es un thriller psicológico que no deja indiferente al espectador y que pretende que éste reflexione el por qué del comportamiento de ambos personajes, captando, con cada giro que da el film toda su atención. Los mismos personajes en diferente localización y diferente luz escénica serán sutiles cambios que reflejan y remarcan con fuerza las personalidades de ambos personajes a lo largo de todo el metraje. El resultado final nos recuerda a la teoría dialéctica del filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel: tesis, antitesis y síntesis. La tesis es la fase afirmativa, la antítesis es la negación de la tesis, y por último, la síntesis es la negación de la negación, es decir, una nueva tesis. Según Hegel, cada momento dialéctico comprende al anterior y es fruto de su devenir, constituyéndose en un proceso evolutivo que se repite a sí mismo: cada síntesis se transforma en la tesis de un nuevo movimiento.

En 1973 en la ciudad de Estocolmo, Suecia, tuvo lugar un asalto a un banco en el que los delincuentes fueron descubiertos por la policía, reteniendo a los clientes que habían sido sorprendidos en el interior durante varios días. En el transcurso de ese tiempo de negociaciones, los rehenes se identificaron con los raptores hasta tal punto que colaboraron con ellos protegiéndoles de las acciones policiales. Este hecho sirvió para bautizar como «Síndrome de Estocolmo» ciertas conductas insólitas que demuestran afecto entre los captores y sus rehenes.

  • Primera parte: Tesis.

Chico (Javier Pereira) conoce a chica (Aura Garrido) en una noche de música y alcohol. La historia no tiene inicialmente nada de peculiar, si no es por la manera en que Javier intenta captar la atención. La seducción simula ser un juego de ajedrez, en que cada movimiento adquiere suma importancia; durante toda la primera parte, el personaje interpretado por Javier inicia la partida utilizando para ello todos los recursos a su alcance: el recurso del destino, el del sacrificio de cosas materiales, el de la adulación, el de la sorpresa y finalmente la vía del humor.

Con eso consigue captar su atención, y, tras quedar desnudo a la intemperie en un frío invierno de Madrid, Aura accede a un vaso de agua y a una conversación. El asedio continúa en casa de Javier, erosionando, inicialmente de una manera sutil, y posteriormente abrupta cada una de sus defensas. Con el paso de la conversación, se observa en Aura desgaste, que el espectador visualiza a través de planos de la cámara, gestos de complicidad que condicionan un nuevo escenario.

El juego avanza, y el intercambio dialéctico prolongado en un momento puntual, cansa al atacante, que por unos instantes abandona su papel de encantador de serpientes para revelar la naturaleza de su verdadero yo. Es en este momento cuando, quitadas las máscaras y viéndose acorralada, Aura inicia la evacuación: un portazo y un adiós. Suena La Gazza Ladra de Rossini, e irremediablemente la cabeza nos viene a la mente la escena de la mujer de los gatos en “La naranja mecánica”. Aura baja por las escaleras mientras Javier lo hace en ascensor. Secuestro y fin de la primera parte.

  • Segunda parte: Antítesis.

Sin entrar en Spoilers ni en el desenlace, se produce el primer punto de inflexión en el film. Junto con los rayos de sol que iluminan ahora la escena, el director deja al descubierto el campo después de la batalla. Ninguno de los personajes es ya el que fue. La situación entre ambos da un giro de 360 grados, dejándose entrever, con pequeños detalles, su verdadero carácter y la perspectiva futura de lo que para ellos ha significado la noche anterior. Se produce un drástico intercambio de papeles entre Aura y Javier. A plena luz de el día es Aura la que impone su propio juego y es Javier el que se siente atrapado en una espiral de confusión e ira que le llega hacer perder el control, alcanzando el film en este punto un alto nivel de tensión que atrapa inevitablemente la atención del espectador. Segundo secuestro y fin de la segunda parte.

  • Tercera parte: Síntesis.

No es sino una nueva explicación a las situaciones de Tesis y Antítesis. Cada uno relata su visión lo ocurrido de una manera subjetiva, dejando al descubierto la naturaleza de su verdadera personalidad y de sus sentimientos, produciéndose entre ellos ciertos intentos de empatía. Es la fase de la sinceridad y de las confesiones, el momento en el que todos los detalles (conversaciones en la discoteca, llamadas de teléfono recibida, fotos escondidas, orden compulsivo, sus pastillas y su reticencia a tomarlas y mezclarlas con alcohol), los que vienen a la mente del espectador, acercan de nuevo a los personajes hasta crearles un vínculo inicialmente afectuoso y finalmente eterno.

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